Estimados señores:
Como castellanomanchega, me preocupa muchísimo el futuro de la calidad de enseñanza de mi región en lo concerniente al aprendizaje de idiomas extranjeros, es por esta razón que les dirijo este escrito.
Allá por el año 2003, el Plan de acción sobre el aprendizaje de las lenguas y la diversidad lingüística, planteaba la realidad de una Unión Europea (UE) de 500 millones de europeos de distintos orígenes étnicos, culturales y lingüísticos, y por tanto, consideraba más importante que nunca que la ciudadanía europea poseyera las competencias necesarias para comprender a sus vecinos y comunicarse con ellos. Todo ciudadano europeo debería poder comunicarse en al menos otras dos lenguas distintas a su lengua materna.
En el Estado español, y por ende en Castilla-La Mancha, contamos desde principios de siglo XX con una institución educativa de probada eficiencia y calidad, las Escuelas Oficiales de Idiomas. Las Escuelas Oficiales de Idiomas (EOIs), herederas de “La Escuela Central de Idiomas” inaugurada en Madrid en 1911, constituyen hoy en día una red de alrededor de 250 escuelas (300 centros con las extensiones), con unos 6.000 profesores y cerca de 400.000 alumnos, en las que se pueden aprender más de 20 idiomas.
Las Escuelas Oficiales de Idiomas constituyen una red de centros educativos de titularidad pública cuyo proyecto educativo esencial es posibilitar a la población en general el acceso, desde el sistema educativo público, al aprendizaje de lenguas extranjeras modernas.
Las Escuelas Oficiales de Idiomas son centros difusores de lenguas y culturas, a la par que sujeto –a través de su profesorado- y objeto –mediante la colaboración con otros investigadores e instituciones- de la investigación sobre lenguas.
Por una módica cantidad, solo se paga la matrícula que cuesta unos 90 euros al año, se tiene la suerte de poder aprender un idioma asistiendo cuatro horas lectivas por semana, a veces incluso más al existir clases de refuerzo. Es decir, está al alcance de todo el mundo, tal y como debería ser en un estado social. Sin embargo, desde hace un tiempo, se viene sucediendo una política de recortes desde el Gobierno regional que acabará con estos centros y, por lo tanto, con esa posibilitación de la población de la región para acceder al aprendizaje de lenguas extranjeras a través de la enseñanza pública.
Durante este curso se ha hecho un seguimiento de las EOI regionales por parte de los inspectores educativos y parece ser que el objetivo es que hay que incidir, más si cabe, en esa política recortando, suprimiendo y amortizando plazas de profesorado para el próximo curso. Y no solo recortes de profesorado, sino aumento de la ratio por clase, en lugar de reducirla, además de la intención de unificar niveles, haciendo así, cada día, más difícil el mantenimiento de las escuelas pequeñas, es decir, de todas las que no se encuentran en capitales de provincia y dificultando el aprendizaje del alumnado que se va a encontrar con clases agrupadas, por ejemplo, nivel B2-1 con B2-2, e incluso, A1 con A2. Algo totalmente ilógico, incoherente, contraproducente y nada didáctico.
Me pregunto, señores García-Page y Pastor Noheda, dónde queda esa escuela pública de calidad de la que hace gala esta región cuando se está impidiendo que los castellanomanchegos puedan disfrutar del aprendizaje público de idiomas. Con cada recorte que hacen, imposibilitan el acceso a ese derecho de aprendizaje. ¿Por qué recurrir a la enseñanza privada pudiendo hacerlo de la pública como sería lo lógico y natural, y más con un gobierno de izquierdas que se supone hace prevalecer lo público frente a lo privado? ¿Por qué en esta región se va a vetar el acceso a quienes no viven en las capitales de provincia a las Escuelas Oficiales de Idiomas?
Podrían responderme diciendo que el número de alumnos ha descendido considerablemente y que no es rentable mantener las EOI.
¿Rentable? ¿Hablamos de negocios o de enseñanza pública de calidad? Por otro lado, hace no tantos años existían las llamadas Aulas Europeas, concebidas para que los docentes de la región se actualizaran en materia de idiomas, un programa que se impartía en las EOIs. Este fue suprimido por Cospedal, pero ya ha caído agua de aquello, bien podrían haber sido repuestas en lugar de ceder los derechos de la enseñanza para actualización de idiomas de los docentes a una entidad privada a través del Centro Regional de Formación del Profesorado. Vergonzoso e indecente que existiendo las EOIs hayan recurrido a una entidad privada…
Todos los docentes que siguen esos cursos podrían hacerlo en las EOIs, ya sea de manera presencial o a distancia, así no faltaría alumnado y claro, entonces no podrían justificarse los recortes indiscriminados que están teniendo lugar.
Lo más grave de todo es que están conduciendo a la ciudadanía a recurrir a la enseñanza privada si quiere tener formación en idiomas, pero, señores, ustedes lo saben perfectamente que donde esté la calidad de la enseñanza pública de las EOIs, que se quite la privada, por lo que les ruego que preserven y defiendan estos centros públicos de enseñanza, que repongan al profesorado necesario, bajen la ratio y no recorten más, haciendo de la enseñanza pública una enseñanza de calidad de todos y para todos y sobre todo, al alcance de todos.
Atentamente,
Carmen de la Hoz Calderón